lunes, 17 de septiembre de 2012

El Caleidoscopio


     Este verano, paseando por el típico “mercadillo hippy” que suelen aprovechar la avalancha de turistas que visitan la costa, encontré en uno de los puestos algo que llevaba tiempo sin ver: un caleidoscopio.

     Observe que la mayoría de la gente no hacía caso a este juguete y prefería pararse ante otros mecanismos que, gracias a cualquier tipo de energía, iban desarrollando diferentes formas.
 
 

     Estoy segura que cualquiera de vosotros ha tenido alguna vez un caleidoscopio entre sus manos, e incluso, alguien habrá por ahí que, en las divertidas y esperadas clases de “trabajos manuales” del colegio, confeccionara uno casero utilizando un tubo de papel higiénico.

     No pude evitar coger uno de ellos y observar como con un movimiento tan fácil, la imagen cambiaba de tono, de composición, sin llevar un ritmo predecible y sin poder volver, aunque quisiera, a la figura que había visto unos segundos antes.

     Hace unos días, y como casi siempre, hablando con una persona sobre cualquier tema, buscaba la forma de hacerle ver una cosa, y, me acorde de este artilugio.

     Suponed que el caleidoscopio es nuestra Mente, y que la imagen que vemos cuando nos asomamos a ese agujero mágico, es la vida, nuestro día a día, lo que nos rodea…

     ¿Creéis que nos hemos vuelto tan cómodos que el simple hecho de hacerlo girar apenas un poquito nos parece un trabajo tan duro? O ¿Puede ser que, al igual que la gente en el mercadillo, nos hemos acostumbrado a ciertas cosas, que no nos merece la pena esforzarnos por cambiar nada?

     Si fuésemos capaces de engrasar esa gran maquinaria que habita en nuestro cerebro para intentar cambiar la visión de las cosas, yo supongo que en muchas ocasiones nos ayudaría a ver nuestros problemas desde diferentes perspectivas, e igual pasar de los colores más oscuros, a, con un pequeño giro, la gama de los cálidos.

     A veces es muy complicado cambiar la situación, no siempre está en nuestras manos la solución a un problema o a un conflicto. Pero sí que está en nuestras manos el verlo con perspectivas diferentes.

     ¿Recordáis cuando erais pequeños y paseabais en bicicleta? Seguro que alguna vez habéis encontrado una gran piedra en el camino, y, si tus ojos no se apartaban de ella, te era imposible rodearla, terminabas pasando por encima… Pues… si nos empeñamos en fijar nuestra vista en un problema, sin ser capaces de ver más allá, al final será lo único que veamos, y no seremos capaces de disfrutar del paisaje.
 
 

     ¿Qué os parece? ¿Os animáis a ser como niños y a dejaros sorprender por ese caleidoscopio que todos llevamos dentro? Yo desde luego voy a intentarlo, no sé si conseguiré mejorar en algo mi vida, pero al menos, los colores con los que la mire, voy a procurar que serán diferentes cada día.
 

lunes, 3 de septiembre de 2012

A Propósito de Septiembre

     Hace unos días comentaba con una amiga como hay momentos cruciales en los que, junto con muchas otras sensaciones, es una necesidad el replantearnos nuestra vida, ver que camino lleva, si vamos siguiendo los pasos apropiados o, como suele pasar en muchas ocasiones, nos dejamos llevar por la corriente, dándonos cuenta que hemos perdido el rumbo que en un principio nos habíamos marcado… ¿Cuáles pueden ser estos momentos? Pues, la edad (especialmente con los cambios de década), el trabajo, el cambio de estado civil, una muerte cercana, y en general cualquier hecho que tenga cierta relevancia en nuestra vida.

    

     Pero… existen dos momentos en los cuales casi todos coincidimos en realizar este balance. Uno es cuando despedimos el año, y miramos el nuevo con positivismo, pensando que todo nos ira mejor, y convencidos de que pondremos todo nuestro empeño para que así sea.

     Otro de ellos es el final de las vacaciones, estamos marcados por ese calendario escolar en el cual los propósitos de cuando éramos niños siguen viviendo en nuestra mente. “Me esforzare mucho mas” “Estudiare todos los días para no llegar apurado en los finales” “Me apuntare a ese curso que me servirá para abrir mas puertas” “Me portare mejor en casa” “Estaré mas pendiente de la gente a la que quiero” “Llamare más a menudo a esa persona que hace tiempo que no veo”, etc.

     ¿De que manera realizamos este balance? Pues dependerá en gran parte de la personalidad de cada uno. Hay quienes valoran lo positivo, otros en cambio solo se fijan en lo negativo… También hay quien no sabe como tiene que hacerlo, dando como resultado propósitos que al final no son útiles para llegar a alcanzar las metas que nos marcamos.

     Imaginaos un propósito como si fuese la punta del iceberg de un proyecto, que en su totalidad representara nuestro camino a seguir, nuestra meta. Si una persona tiene dificultad para imaginarse el iceberg completo, no solo lo que podemos ver, puede que se sienta desorientado, perdido, y eso puede llevarnos a la decepción, la impotencia, la ansiedad…





     Desde el campo de la Psicología se aportan varias ideas que nos pueden ayudar a realizar más fácilmente un proyecto, sea cual sea su finalidad. Por ejemplo:

  • Tomarse el tiempo necesario para averiguar nuevos intereses, analizando las motivaciones que nos mueven hacia el cambio.
  • Importante, valorar las capacidades de las que disponemos, nuestras habilidades, y en general los recursos que tenemos para poner en marcha el nuevo proyecto, valorando los pros y contras que se nos ocurran.
  • Con tranquilidad, poder valorar proyectos pasados. Cuales funcionaron y cuáles no, y analizar, en la medida de lo posible, que nos acercó al éxito y qué lo dificultó.
  • Revisaremos nuestras prioridades para valorar la concordancia de todo.
  • Tendremos en cuenta si es un proyecto personal o necesitamos implicar a otras personas.
  • Intentaremos ponernos en situación para poder prever como nos sentiremos en el cambio y qué proceso tendremos que seguir hasta llegar a nuestra meta.
  • Buscaremos la energía suficiente en nuestro interior para iniciar este nuevo camino.


     Tampoco creo que todos los propósitos tengan que estar medidos hasta estos límites, porque, bien es cierto que los que son fruto de un momento de “pasión” por algo o alguien, aunque pueden ser más complicados de conseguir, pueden marcarnos el rumbo hacia alguna necesidad o deseo del que hasta ese momento no éramos conscientes, o, si lo éramos, no habíamos sido capaces de lanzarnos a conseguirlo por cualquier otra razón.

     Así que, aprovechando que estamos justo en una de esas épocas, y además, la situación que estamos viviendo nos pide a gritos esos balances y cambios de rumbo, desempolvemos la mente y vamos a plantearnos esos buenos propósitos para el nuevo curso con la intención de llegar a ver ese iceberg completo… Si al final alguno se nos va quedando por el camino, no hay que preocuparse, porque fin de año lo tenemos a la vuelta de la esquina y tendremos la oportunidad de plantearnos nuevos retos!  


martes, 10 de julio de 2012

La caja de Pandora

     ¿Alguna vez os ha pasado que, lo que parecía una cosa sin importancia, con un poquito que has rascado o profundizado se convierte en toda una sorpresa?

     No se si conocéis el mito griego de la Caja de Pandora. Por si no es así, os lo cuento:

     "El mito de la caja de Pandora se inicia cuando Prometeo se atrevió a robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro. Zeus furioso ordenó a diferentes dioses crear una mujer que pudiera seducir a cualquier hombre. Hefesto la creó con arcilla y le brindó formas sugerentes. Atenea la vistió elegante y Hermes le dio el don de seducir para que finalmente Zeus le diera vida y la mandase a la casa de Prometeo.
     Allí vivía junto a su hermano Epimeteo que a pesar de haber sido advertido de la venganza de Zeus aceptó la llegada de Pandora y se enamoró hasta tomarla por esposa. Pero Pandora traía con ella una caja con todos los males que puedan contaminar al mundo de desgracias. Pandora presa de la curiosidad abrió la caja y así dejó escapar sin quererlo todos los males. Los bienes subieron hasta el Olimpo, junto a los dioses. La muchacha presa del pánico observaba como salía todo aquello, y, cuando todo pasó, miro al fondo de la caja, y, vio que solo una cosa quedaba dentro... la Esperanza, necesaria para superar todos los males.
     Pandora corrió hacia los hombres para intentar consolarlos, hablándoles de la esperanza, explicándoles que siempre podrían acudir a ella ya que estaba bien guardada."

     Como muchos de vosotros sabéis, la mitología era la "ciencia" con la que los griegos, romanos, celtas, egipcios y demás, intentaban dar respuesta a lo que, en ese momento, la mente humana no lograba comprender. 

     Quedándome en el campo que más domino, hay una estrecha relación entre psicología y mitología, por ejemplo, los griegos utilizaban estos relatos para hablar de los patrones psicológicos del alma, estas historias servían para explicar temores, anhelos, frustraciones, conflictos, etc.

     Bueno... pues hoy en día, tampoco es raro que la Ciencia eche mano de estas explicaciones para que, "el pueblo llano", podamos entender ciertas cosas, a modo de metáfora. 

     Así es... los grandes pensadores de la Filosofía y Psicología, han buscado en las escrituras del pasado para explicar sus teorías actuales, y, evidentemente, no podía faltar en esta lista el gran Sigmund Freud (los que hayáis tenido cualquier pequeño contacto con la Psicología, lo conoceréis y, sabréis que muchas cosas empiezan y acaban con su legado, aunque a algunos, nos cueste reconocerlo, y en ocasiones queramos renegar de él). 



     Como os decía, Freud utilizó algunos temas reflejados en la mitología para ejemplificar los conflictos y mecanismos de la vida psíquica inconsciente... Aquí es donde regresamos de nuevo a esa Caja de Pandora. Según él, hay que tener mucho cuidado a la hora de abrir esa puerta que nos comunica con la psique humana, ya que... puede ser que si la abrimos muy deprisa, no seamos capaces de luchar contra esos "fantasmas" internos que sin saberlo, nos atormentan en nuestro día a día... Sin embargo, si lo hacemos poco a poco, seremos capaces de vencerlos y de este modo ser mas libres y capaces de afrontar el día a día.


     Pero... mi pregunta es: ¿Que hacer cuando esa caja se abre de pronto y lo bueno que aparentemente sale de ella apenas deja ver los "males del mundo" que puede esconder? Quizá seamos tan curiosos como Pandora y no seamos capaces de pararnos a pensar, o... También puede ser que nos creamos Dioses, que, solo por su condición, tienen el derecho y el privilegio de gozar de los bienes en el Olimpo, dejando que sean otros los que sufran los males. 

     Bueno... sólo una reflexión mas que quería compartir con vosotros... ¿mi posición? supongo que arriesgar, porque... Quizá sea el temor a lo desconocido lo que en un momento dado nos impida abrir ciertas cajas, pero, quien se arriesga y deja de lado el miedo, es el que realmente puede hablar de lo que encuentra dentro... Si no, al final habremos tenido un montón de posibilidades, pero, sin duda, muy pocas experiencias reales...   

..... Además, no es solo la mitología la que lo dice... Pase lo que pase, al final siempre quedara la Esperanza, ella estara cerca para poder hacer frente a las consecuencias de nuestras decisiones, ¿no?



    

    

viernes, 22 de junio de 2012

En la noche de San juan...

     Pues si! Un año mas estamos a punto de vivir una de las noches mágicas del año, sobretodo para aquellos que aún mantenemos la ilusión de que algo bueno puede pasar, por que sí.

     No puedo recordar desde cuando esta noche es algo especial para mi. Supongo que fue cuando la niñez se va quedando atrás y, empiezas a adentrarte en esos años llenos de inseguridades que nos da la adolescencia...  alguien te confiesa, en el mas estricto de los secretos, como si de algo ancestral y peligroso se tratase, esos pequeños "rituales" en los que, haciendo alguna que otra tontería, podías desvelar tu futuro.. 


     Realmente, no nos preocupaba si a partir del 2008 España se sumergiría en un pozo que parece no tener fondo, si un tal "Riesgo" tiene una "prima" que nos traería a todos locos, o quien de los "cabezas visibles" de la nación se convertiría en un "Alí Ba Ba" con más ladrones que cuevas donde robar...

     ¿Que era lo que a nosotros nos preocupaba? Pues.. algo muy importante en esos momentos, el nombre de la persona que se convertiría en el príncipe azul que nos salvaría de la torre y nos llevaría a un mundo fantástico donde seríamos eternamente felices y estaríamos todo el rato comiendo perdices (malditos cuentos de hadas... )

     El caso es que, muchos de esas fantasías de adolescencia han ido pasando (menos mal), pero, por suerte, otras muchas han quedado. Así que, no puedo evitar, cada vez que se acerca la Noche de San Juan, el sentirla como algo mágico. Una noche que nos brinda la oportunidad de apartar todo lo malo que pueda preocuparnos en ese momento, de quemarlo en la fuerza incontrolable del fuego para que no quede ni rastro de ello, y pedirle a las estrellas, y al calor de las hogueras, todo aquello que anhelamos y queremos cerca de nosotros.

     La curiosidad me ha llevado a buscar los orígenes de esta fiesta y, como no, detrás de ella están nuestros antepasados Celtas. Estos llamaban Alban Heruin a este festival. Su principal significado era celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, el día que más tiempo estaba en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres.
    
     Se encendían grandes hogueras para conmemorar este momento y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos. Este festival se lo asocia a rituales destinados a obtener pareja o a conservarla (en el fondo, no andábamos tan perdidas)

     Parece ser que no solo los Celtas, sino también Griegos y Romanos realizaban rituales parecidos, siempre con la presencia del fuego y el mar como testigo indispensable.

     No hay que olvidar al Santo que da nombre a esta misteriosa noche. San Juan Bautista, cuya fecha de nacimiento parece que fue cercana al Solsticio de Verano (para el polo Norte)

     Según las regiones, o las culturas, hay muchos rituales que se llevan a cabo en esta noche, cito algunos de ellos, por si alguien se atreve a dejarse llevar, al menos por un día, de la mano de la magia:


  • Lavarse la cara en el agua del mar a medianoche nos mantendrá guapos todo el año. Para que el hechizo sea efectivo no podemos mirarnos al espejo durante toda la noche.
  • Bañarse en el mar durante la noche de San Juan, nos dará salud para todo el año.
  • Madrugar el 24 para no volver a tener sueño durante todo el año.
  • Quemar un papel con todo aquello que deseemos apartar de nuestras vidas.
  • Saltar el fuego por encima de las llamas da protección para todo el año.
  • Saltar nueve olas dando la espalda al mar, para eliminar las energías negativas y aumentar la fertilidad femenina.
  • Buscar un trébol la noche de san Juan, si es de dos hojas, atraerá a un amante; si es de tres, servirá de amuleto; de cuatro, te traerá riqueza y amor; de cinco, será un amuleto muy poderoso para atraer riqueza.
  • Si quieres que se te cumpla un deseo, tienes que escribirlo en un papel blanco y ponerlo debajo de la almohada con una rama de hiedra común y un poquito de cera de vela blanca. Al día siguiente quema el papel y entierra todos los elementos para que haga fructificar tus esperanzas.
  • Para atraer prosperidad económica, protegernos contra el mal, y para ayudar al crecimiento de las cosechas, hay que recoger verbena el día de San Juan cuando no puedan verse en el cielo ni el sol ni la luna.
  • Coloca muérdago bajo la almohada, pide un deseo y se convertirá en realidad.
  • Planta una hortensia en una maceta la víspera de San Juan, pide un deseo, si florece la hortensia tu deseo se hará realidad.

     Y muchas muchas mas... Ahora cada uno, que elija, pero.. ¿Por que no volver a esa adolescencia y pensar que con desearlo y pedirlo, es mas fácil conseguirlo? Total, la realidad estará esperándonos cuando el sol vuelva a brillar en lo alto, así que... aprovechemos esta noche y dejemos a nuestra imaginación volar y creer que cualquier cosa es posible!

¡FELIZ NOCHE DE SAN JUAN!





viernes, 15 de junio de 2012

Mirarlo como un suceso afortunado

     ¿Os ocurre a vosotros el hecho de escuchar o leer una palabra que, sin saber aún que significa, te atrae, bien sea por su forma o por su fonética? ... Una con las que a mi me ha ocurrido, fue la primera vez que me tropecé con la palabra "Serendípity".

 
     Recuerdo que fue en una de mis clases de Psicología. Hablábamos del fisiólogo ruso Pavlov (1849-1936) al que casi todo el mundo reconoce por sus perros (y no porque fuesen de una raza especial). Pavlov empezó a trabajar con estos animales para conocer las funciones digestivas de manera puramente fisiológica. Cuando observó que sus perros salivaban no solo cuando tenían la comida delante, sino, con el simple hecho de que él entrara en la habitación, inició sus estudios de Condicionamiento Pavloviano, por los que, hoy en día, es reconocido de manera universal y estudiado en muchas Universidades en todo el mundo. Mi profesor lo definió este hecho como Serendípity.

    
     Por si alguien no la conoce, aquí os pongo la definición que podréis encontrar en cualquier diccionario (aunque, no en la Real Academia de la Lengua Española, ya que aún no se encuentra entre sus términos):

     "Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente." (Wikipedia)

     Es curioso el por qué de esta palabra, se piensa que Horace Walpole (escritor e historiador del arte británico del s. XVIII), acuñó este término de un antiguo cuento tradicional persa sobre tres príncipes de la Isla de Serendib (actual Sri-Lanka), que, según nos cuenta la Historia, resolvían sus problemas a base de casualidades, o, simplemente, dejándolos al azar para que se resolviesen solos, de ahí denominar Serendipia a este tipo de acontecimientos.

     Así dicho, no tiene mucho mas, pero... ¿no os parece una buena forma de ver las cosas? Sobretodo, hoy en día y conforme están las cosas... Es decir, ¿pensar que un accidente puede llegar a ser afortunado?

     Si miramos hacia atrás, debemos muchas de las cosas que nos rodean a este tipo de "Serendipias", por ejemplo:

  • Se dice que Napoleon Bonaparte perdió la batalla de Waterloo porque sufría de hemorroides aquel día, eso le impidió poder montar a caballo y manejar bien sus tropas (Casualidades, coincidencias y Serendipias de la Historia de Gregorio Doval) 
  • La Sacarina (y algún que otro edulcorante) se la debemos a un científico que a la hora de comer noto que lo que estaba comiendo, sopa y pan, estaba dulce, tras quejarse a la cocinera, este le dijo que no era así... se lamió la mano y vio que lo que estaba dulce era ésta, y... en lo que estaba trabajando, que en principio iba destinado a colorantes, termino siendo el edulcorante que hoy conocemos.
  • La famosa historia del Post-it. Fue el operario de una fábrica de pegamento, Art Fry, que, tras un descuido, obtuvo como resultado un pegamento muy flojo que no servía para nada. Este fallo le costo el despido. Lo que no esperaba es que este accidente, le traería fama y fortuna, ya que, un día en la Iglesia, se dio cuenta de que su misal estaba lleno de papelitos para separar las canciones, y que, no era raro que estos papeles se cayeran o descolocaran, entonces recordó aquel pegamento flojo y lo utilizó para tal fin, y pensó... ¿Por que no utilizarlo en otros ámbitos? Y así consiguió inventar uno de los productos mas famosos en la actualidad.

     Quizá también os suene esta palabra de una estupenda comedia romántica del 2001 dirigida por Peter Chelsom. Si sois amantes de este tipo de cine y no la habéis visto, os la recomiendo, porque cuenta con todos los ingredientes para pasar un buen rato con la ciudad de Nueva York como escenario.       
 


     No nos confundamos... No se trata de que si algo sale mal, dejemos al azar que se solucione, sino que, muchas veces, cuando nos planteamos un objetivo, estamos tan cegados en conseguirlo, que no nos damos cuenta del proceso que nos lleva a la meta.  Si lo hiciésemos, igual nos daríamos cuenta de las posibilidades que pueden tener cada una de nuestras acciones en ese camino, es decir, de los pequeños logros que vamos consiguiendo y que al final pueden llevarnos al gran colofón.

     ¿Por que esta manera de pensar puede ser una buena opción? Bueno, como todos sabemos, no siempre vemos cumplido el objetivo que nos marcamos, pero, si somos conscientes del camino recorrido, seremos capaces de valorar otras opciones que pueden ser igualmente satisfactorias.

     Otra razón es porque, si sabemos mirar así, de un mal momento, de un mal resultado, de un olvido, de un rechazo... No veremos solamente el fracaso, la puerta que se cierra, sino que, intentaremos buscar donde hay una rendija que nos deje abrir una nueva y plantearnos nuevos objetivos.

    ¿Alguno de vosotros ha tenido un momento "Serendípity" en su vida? Estoy segura de que si, conocer a alguien, conseguir algo... Pensad un momento y me contais!



martes, 29 de mayo de 2012

El Síndrome de Peter Pan

Hace unos días caminaba por una de las calles principales de Tomelloso. Estaba atardeciendo y muchas familias aprovechaban la estupenda temperatura que hacía para pasear, jugar en los columpios, tomar un aperitivo alrededor de una mesa con amigos... Entonces, no pude evitar darme cuenta de algo... En aquellas mesas de esas terrazas, donde antes se sentaban la generación de mis padres, de mis tíos... ahora estaban sentados los compañeros de mis primeras fiestas adolescentes, los amigos del instituto, los conocidos de "fin de semana"... Todos ellos vestidos "de Domingo", con un par de niños alrededor, con bolsas de "chuches" y paquetes de pañuelos, donde antes había tabaco y mechero...

Entonces... me mire a mi misma, con unas bambas en los pies, pantalón pirata vaquero, camiseta de rayas y mochila, ya que, mi plan había sido disfrutar de una tarde con los amigos en las Lagunas de Ruidera, unos con café, otros con su polo "calipo", alguna amiga que otra una bolsa de pajitas... Y no pude evitar pensar en lo diferente que puede transcurrir la vida de las personas dependiendo de las prioridades que vaya eligiendo en su vida.

No creo que el día a día de aquellos que ya han formado una familia siendo de "mi quinta", sea mas completo que la vida que llevan las personas que continuamos con una rutina mas "adolescente" sin olvidar en absoluto las responsabilidades que la edad y las circunstancias nos han ido regalando por su propio peso.

Pero... este cambio de mentalidad (que hace unas décadas era inconcebible)... ¿a que es debido? sin duda, a las condiciones sociales y culturales de la actualidad.

Estoy segura que habéis oído hablar del "Síndrome de Peter Pan". No se trata de una patología, pero, algunos estudiosos dicen que quienes se ven afectados por esta condición pueden tener inconvenientes para relacionarse con su entorno y alcanzar sus objetivos personales. Opinión con la cual, no estoy nada de acuerdo.

El término se lo debemos al psicólogo norteamericano Dan Kiley que, en 1983 lo utilizó para dar nombre a su libro "El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece", en referencia al cuento del escritor escocés James Matthew Barrie, del cual, ya hablare detenidamente, porque, es sin duda una de mis historias preferidas (¿Habra tenido esto algo que ver en que mi vida sea así?)

Con ese nombre Kiley se refirió al trastorno del desarrollo de la personalidad, donde el sujeto no asume el paso del tiempo, y, aunque crece, no es consciente de las responsabilidades que esto conlleva

Dentro de este síndrome podríamos encuadrar a aquellas personas que tienen dificultad para adquirir compromisos, presentan una gran necesidad de atención y, al mismo tiempo, manifiestan desinterés por el otro. Inclusive, muchas siguen vistiéndose como adolescentes a pesar de haber abandonado esa etapa muchos años atrás. Además, se piensa que actúan así porque están afectadas por las condiciones del tiempo en el que viven. Piensan que para tener éxito necesitan ser eternamente jóvenes.

Por eso mismo... hay que tener cuidado al encuadrar a los jóvenes de ahora dentro de esta descripción, ya que... ¿No puede ser que este tipo de perfil se de por el caso contrario? Pensadlo un momento. Gente que aún vive con sus padres porque sus salarios o las circunstancias personales no lo permiten. Otros siguen viviendo en un alquiler continuo porque la situación inestable provoca un vértigo real a pagar precios excesivos por una vivienda propia. Otros, no se acogen a lo que socialmente ha sido siempre lo correcto porque sus principios no encuadran con esas ideologías y han decidido nadar contracorriente asumiendo los riesgos que esto conlleva...

En el otro extremo de la cuerda, tenemos un concepto quizá menos conocido "Síndrome de Wendy", que incluiría (a groso modo) a aquellas personas que anteponen el interés familiar (padre, madre, hijos, pareja), dejando a un lado el propio.

Entonces... ¿en que lado de la cuerda se encuentra el grueso de esa juventud? Es entendible que para que algunos puedan tener ese rol de Peter Pan, es necesario que otros muchos tengan una "Wendy" que lo permita.

¿Que opináis? ¿Wendy o Peter Pan?

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jueves, 24 de mayo de 2012

Aprendiendo a nadar

Aquí sigo indagando en el mundo "blogger"... Como he oído recientemente "aprendiendo a nadar en el Océano"

Me gustaría comentar con vosotros una historia que me ha ido enganchando desde pequeña, primero a través de los estupendos dibujos de Disney, luego, con curiosidad, a través de las palabras de su autor, pero, ya me dejo "pillada" cuando la vi a través de los ojos de uno de mis directores preferidos. Esta historia no es otra que la de esa niña que entra a través de un pequeño hueco a un mundo lleno de fantasía, color, locura, oscuridad, envidias, ironía... Me refiero a Alicia en el país de las Maravillas.

¿Por qué me he acordado precisamente de esta historia? Pues la respuesta es sencilla: por lo que para mi significa...

Algo parecido a lo que os contaba en mi primer post, como puede cambiar nuestra realidad, dependiendo de los ojos con la que la miremos. Los problemas, las situaciones, las relaciones, las personas..., Nuestro mundo esta ahí, y somos nosotros los que decidimos como vamos a enfrentarnos a él.

Cierto es que también pienso que a L. Carroll se le fué un poco de las manos, y que, si el libro me lo hubiese leído siendo pequeña (porque se supone que es un cuento para nños) no me habría enterado de la mitad de las cosas que esconde.. La ironía de los personajes, el absurdo de las situaciones y los pensamientos de éstos, las formas de comportarse... Aunque.. si nos paramos a pensar un poco, puede que así fuese nuestro mundo si nos alejásemos de prejuicios y etiquetas, ya que, muchas cosas las damos por buenas porque "eso ha sido así siempre"...


 Llama la atención como, según va avanzando la historia, o al menos, así me pasa a mi, llegas a entender ese submundo en el que Alicia se adentra, sera por el absurdo de las situaciones, o por el lenguaje que se utiliza, pero, creo que consigue que, al final, el mundo en el que vivimos parezca mas disparatado que el que ocurre bajo nuestros pies.

Por que.. fijándonos en sus personajes.. ¿A quien no le gustaría actuar como lo hace el Sombrerero Loco? Estamos tan acostumbrados a disfrazar nuestras emociones y estados de ánimo que ya lo hacemos como costumbre, porque, "así ha sido siempre". ¿No sería mas facil ser conscientes de lo que sentimos y compartirlo con el mundo, en vez de guardarlo para nosotros solos? (evidentemente, dejando a parte la locura entrañable que acompaña al personaje)

Y.. ¿Que me decis de El Gato Sonriente? ¿Quien no ha deseado poder desaparecer en un momento dado?

En fin.. no se si a Alicia le era facil sobrevivir en el Pais de las Maravillas, pero... estoy segura que mucho mas que hacerlo en el Mundo Real, y sobretodo a las situaciones tan absurdas e irónicas que día a día nos toca vivir... por eso... si ella pudo salir viva de esa locura, nosotros, si queremos, también podemos hacerlo... como? poniendo nuestra Divina Mente en funcionamiento.



Hasta pronto!