viernes, 15 de junio de 2012

Mirarlo como un suceso afortunado

     ¿Os ocurre a vosotros el hecho de escuchar o leer una palabra que, sin saber aún que significa, te atrae, bien sea por su forma o por su fonética? ... Una con las que a mi me ha ocurrido, fue la primera vez que me tropecé con la palabra "Serendípity".

 
     Recuerdo que fue en una de mis clases de Psicología. Hablábamos del fisiólogo ruso Pavlov (1849-1936) al que casi todo el mundo reconoce por sus perros (y no porque fuesen de una raza especial). Pavlov empezó a trabajar con estos animales para conocer las funciones digestivas de manera puramente fisiológica. Cuando observó que sus perros salivaban no solo cuando tenían la comida delante, sino, con el simple hecho de que él entrara en la habitación, inició sus estudios de Condicionamiento Pavloviano, por los que, hoy en día, es reconocido de manera universal y estudiado en muchas Universidades en todo el mundo. Mi profesor lo definió este hecho como Serendípity.

    
     Por si alguien no la conoce, aquí os pongo la definición que podréis encontrar en cualquier diccionario (aunque, no en la Real Academia de la Lengua Española, ya que aún no se encuentra entre sus términos):

     "Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente." (Wikipedia)

     Es curioso el por qué de esta palabra, se piensa que Horace Walpole (escritor e historiador del arte británico del s. XVIII), acuñó este término de un antiguo cuento tradicional persa sobre tres príncipes de la Isla de Serendib (actual Sri-Lanka), que, según nos cuenta la Historia, resolvían sus problemas a base de casualidades, o, simplemente, dejándolos al azar para que se resolviesen solos, de ahí denominar Serendipia a este tipo de acontecimientos.

     Así dicho, no tiene mucho mas, pero... ¿no os parece una buena forma de ver las cosas? Sobretodo, hoy en día y conforme están las cosas... Es decir, ¿pensar que un accidente puede llegar a ser afortunado?

     Si miramos hacia atrás, debemos muchas de las cosas que nos rodean a este tipo de "Serendipias", por ejemplo:

  • Se dice que Napoleon Bonaparte perdió la batalla de Waterloo porque sufría de hemorroides aquel día, eso le impidió poder montar a caballo y manejar bien sus tropas (Casualidades, coincidencias y Serendipias de la Historia de Gregorio Doval) 
  • La Sacarina (y algún que otro edulcorante) se la debemos a un científico que a la hora de comer noto que lo que estaba comiendo, sopa y pan, estaba dulce, tras quejarse a la cocinera, este le dijo que no era así... se lamió la mano y vio que lo que estaba dulce era ésta, y... en lo que estaba trabajando, que en principio iba destinado a colorantes, termino siendo el edulcorante que hoy conocemos.
  • La famosa historia del Post-it. Fue el operario de una fábrica de pegamento, Art Fry, que, tras un descuido, obtuvo como resultado un pegamento muy flojo que no servía para nada. Este fallo le costo el despido. Lo que no esperaba es que este accidente, le traería fama y fortuna, ya que, un día en la Iglesia, se dio cuenta de que su misal estaba lleno de papelitos para separar las canciones, y que, no era raro que estos papeles se cayeran o descolocaran, entonces recordó aquel pegamento flojo y lo utilizó para tal fin, y pensó... ¿Por que no utilizarlo en otros ámbitos? Y así consiguió inventar uno de los productos mas famosos en la actualidad.

     Quizá también os suene esta palabra de una estupenda comedia romántica del 2001 dirigida por Peter Chelsom. Si sois amantes de este tipo de cine y no la habéis visto, os la recomiendo, porque cuenta con todos los ingredientes para pasar un buen rato con la ciudad de Nueva York como escenario.       
 


     No nos confundamos... No se trata de que si algo sale mal, dejemos al azar que se solucione, sino que, muchas veces, cuando nos planteamos un objetivo, estamos tan cegados en conseguirlo, que no nos damos cuenta del proceso que nos lleva a la meta.  Si lo hiciésemos, igual nos daríamos cuenta de las posibilidades que pueden tener cada una de nuestras acciones en ese camino, es decir, de los pequeños logros que vamos consiguiendo y que al final pueden llevarnos al gran colofón.

     ¿Por que esta manera de pensar puede ser una buena opción? Bueno, como todos sabemos, no siempre vemos cumplido el objetivo que nos marcamos, pero, si somos conscientes del camino recorrido, seremos capaces de valorar otras opciones que pueden ser igualmente satisfactorias.

     Otra razón es porque, si sabemos mirar así, de un mal momento, de un mal resultado, de un olvido, de un rechazo... No veremos solamente el fracaso, la puerta que se cierra, sino que, intentaremos buscar donde hay una rendija que nos deje abrir una nueva y plantearnos nuevos objetivos.

    ¿Alguno de vosotros ha tenido un momento "Serendípity" en su vida? Estoy segura de que si, conocer a alguien, conseguir algo... Pensad un momento y me contais!



4 comentarios:

  1. Trabajé en un proyecto denominado "Serendipia" y desde entonces también es una de mis palabras favoritas.
    Ya lo creo que hay serendipias en mi vida, si ellas no habría crecido.

    Un saludo y muy buen post

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    1. Una palabra interesante, la verdad! busquemos siempre ese lado positivo!!

      Gracias!

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  2. Muy buen post Carmen y gran reflexión, siempre positivo, nunca negativo!!! la vida pasa de forma extraordinaria y muchas veces de inexplicable, llena de serendipias!! Asi que aprendamos de ellas.

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    1. Claro que si... habra que pensar que todo ocurre por algo... así que... hay que buscarle ese lado bueno y, aprovecharlo!

      Gracias!!!

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