martes, 29 de mayo de 2012

El Síndrome de Peter Pan

Hace unos días caminaba por una de las calles principales de Tomelloso. Estaba atardeciendo y muchas familias aprovechaban la estupenda temperatura que hacía para pasear, jugar en los columpios, tomar un aperitivo alrededor de una mesa con amigos... Entonces, no pude evitar darme cuenta de algo... En aquellas mesas de esas terrazas, donde antes se sentaban la generación de mis padres, de mis tíos... ahora estaban sentados los compañeros de mis primeras fiestas adolescentes, los amigos del instituto, los conocidos de "fin de semana"... Todos ellos vestidos "de Domingo", con un par de niños alrededor, con bolsas de "chuches" y paquetes de pañuelos, donde antes había tabaco y mechero...

Entonces... me mire a mi misma, con unas bambas en los pies, pantalón pirata vaquero, camiseta de rayas y mochila, ya que, mi plan había sido disfrutar de una tarde con los amigos en las Lagunas de Ruidera, unos con café, otros con su polo "calipo", alguna amiga que otra una bolsa de pajitas... Y no pude evitar pensar en lo diferente que puede transcurrir la vida de las personas dependiendo de las prioridades que vaya eligiendo en su vida.

No creo que el día a día de aquellos que ya han formado una familia siendo de "mi quinta", sea mas completo que la vida que llevan las personas que continuamos con una rutina mas "adolescente" sin olvidar en absoluto las responsabilidades que la edad y las circunstancias nos han ido regalando por su propio peso.

Pero... este cambio de mentalidad (que hace unas décadas era inconcebible)... ¿a que es debido? sin duda, a las condiciones sociales y culturales de la actualidad.

Estoy segura que habéis oído hablar del "Síndrome de Peter Pan". No se trata de una patología, pero, algunos estudiosos dicen que quienes se ven afectados por esta condición pueden tener inconvenientes para relacionarse con su entorno y alcanzar sus objetivos personales. Opinión con la cual, no estoy nada de acuerdo.

El término se lo debemos al psicólogo norteamericano Dan Kiley que, en 1983 lo utilizó para dar nombre a su libro "El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece", en referencia al cuento del escritor escocés James Matthew Barrie, del cual, ya hablare detenidamente, porque, es sin duda una de mis historias preferidas (¿Habra tenido esto algo que ver en que mi vida sea así?)

Con ese nombre Kiley se refirió al trastorno del desarrollo de la personalidad, donde el sujeto no asume el paso del tiempo, y, aunque crece, no es consciente de las responsabilidades que esto conlleva

Dentro de este síndrome podríamos encuadrar a aquellas personas que tienen dificultad para adquirir compromisos, presentan una gran necesidad de atención y, al mismo tiempo, manifiestan desinterés por el otro. Inclusive, muchas siguen vistiéndose como adolescentes a pesar de haber abandonado esa etapa muchos años atrás. Además, se piensa que actúan así porque están afectadas por las condiciones del tiempo en el que viven. Piensan que para tener éxito necesitan ser eternamente jóvenes.

Por eso mismo... hay que tener cuidado al encuadrar a los jóvenes de ahora dentro de esta descripción, ya que... ¿No puede ser que este tipo de perfil se de por el caso contrario? Pensadlo un momento. Gente que aún vive con sus padres porque sus salarios o las circunstancias personales no lo permiten. Otros siguen viviendo en un alquiler continuo porque la situación inestable provoca un vértigo real a pagar precios excesivos por una vivienda propia. Otros, no se acogen a lo que socialmente ha sido siempre lo correcto porque sus principios no encuadran con esas ideologías y han decidido nadar contracorriente asumiendo los riesgos que esto conlleva...

En el otro extremo de la cuerda, tenemos un concepto quizá menos conocido "Síndrome de Wendy", que incluiría (a groso modo) a aquellas personas que anteponen el interés familiar (padre, madre, hijos, pareja), dejando a un lado el propio.

Entonces... ¿en que lado de la cuerda se encuentra el grueso de esa juventud? Es entendible que para que algunos puedan tener ese rol de Peter Pan, es necesario que otros muchos tengan una "Wendy" que lo permita.

¿Que opináis? ¿Wendy o Peter Pan?

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jueves, 24 de mayo de 2012

Aprendiendo a nadar

Aquí sigo indagando en el mundo "blogger"... Como he oído recientemente "aprendiendo a nadar en el Océano"

Me gustaría comentar con vosotros una historia que me ha ido enganchando desde pequeña, primero a través de los estupendos dibujos de Disney, luego, con curiosidad, a través de las palabras de su autor, pero, ya me dejo "pillada" cuando la vi a través de los ojos de uno de mis directores preferidos. Esta historia no es otra que la de esa niña que entra a través de un pequeño hueco a un mundo lleno de fantasía, color, locura, oscuridad, envidias, ironía... Me refiero a Alicia en el país de las Maravillas.

¿Por qué me he acordado precisamente de esta historia? Pues la respuesta es sencilla: por lo que para mi significa...

Algo parecido a lo que os contaba en mi primer post, como puede cambiar nuestra realidad, dependiendo de los ojos con la que la miremos. Los problemas, las situaciones, las relaciones, las personas..., Nuestro mundo esta ahí, y somos nosotros los que decidimos como vamos a enfrentarnos a él.

Cierto es que también pienso que a L. Carroll se le fué un poco de las manos, y que, si el libro me lo hubiese leído siendo pequeña (porque se supone que es un cuento para nños) no me habría enterado de la mitad de las cosas que esconde.. La ironía de los personajes, el absurdo de las situaciones y los pensamientos de éstos, las formas de comportarse... Aunque.. si nos paramos a pensar un poco, puede que así fuese nuestro mundo si nos alejásemos de prejuicios y etiquetas, ya que, muchas cosas las damos por buenas porque "eso ha sido así siempre"...


 Llama la atención como, según va avanzando la historia, o al menos, así me pasa a mi, llegas a entender ese submundo en el que Alicia se adentra, sera por el absurdo de las situaciones, o por el lenguaje que se utiliza, pero, creo que consigue que, al final, el mundo en el que vivimos parezca mas disparatado que el que ocurre bajo nuestros pies.

Por que.. fijándonos en sus personajes.. ¿A quien no le gustaría actuar como lo hace el Sombrerero Loco? Estamos tan acostumbrados a disfrazar nuestras emociones y estados de ánimo que ya lo hacemos como costumbre, porque, "así ha sido siempre". ¿No sería mas facil ser conscientes de lo que sentimos y compartirlo con el mundo, en vez de guardarlo para nosotros solos? (evidentemente, dejando a parte la locura entrañable que acompaña al personaje)

Y.. ¿Que me decis de El Gato Sonriente? ¿Quien no ha deseado poder desaparecer en un momento dado?

En fin.. no se si a Alicia le era facil sobrevivir en el Pais de las Maravillas, pero... estoy segura que mucho mas que hacerlo en el Mundo Real, y sobretodo a las situaciones tan absurdas e irónicas que día a día nos toca vivir... por eso... si ella pudo salir viva de esa locura, nosotros, si queremos, también podemos hacerlo... como? poniendo nuestra Divina Mente en funcionamiento.



Hasta pronto!


miércoles, 23 de mayo de 2012

Abriendo puertas

Después de muchas conversaciones a solas con mi propia Mente, en las que ella me animaba y yo me resistía, he decido abrir esta ventana para que pueda dejar salir todos esos pensamientos, ideas, inquietudes y soliloquios con los que suele martirizarme cuando estamos a solas.

Así que aquí estamos: vosotros, ella y yo... Hola!

Dificil concretar hacia donde me llevara esta puerta que he abierto, porque, otra cosa no, pero mi Mente es bastante caprichosa y curiosa, no es fácil seguirle la pista, ya que va saltando de un tema a otro... Cine, Música, Literatura, personas, ciudades, sueños... Al final, todo esto es lo que nos hace ser lo que cada uno somos.


Si que pretendo con esto compartir esos pensamientos con vosotros, saber vuestras opiniones, si compartimos las mismas preguntas y respuestas, porque,.. así, entre nosotros... ¿Que haríamos sin esas ideas locas, sin esas fantasías, sin esa imaginación que hace que nuestra rutinaria vida se convierta en un viaje fantástico?






Así que.. por mucho que a veces me lleve de cabeza, tengo tanto que agradecerle, supongo que por eso me decante por estudiarla e intentar comprenderla, y eso me ha hecho valorarla así que... DIVINA MENTE! Porque sin duda, mi mundo no sería nada sin ella.